
La ofensiva desplegada en la interna
del Mercosur por estos tres países es en realidad una contraofensiva
de la derecha más recalcitrante del continente que aspira incidir en
la política interna de Venezuela y modificar el Gobierno que
legítimamente el pueblo bolivariano se ha dado.
En tanto fracasaron los intentos por
aplicar a Venezuela sanciones derivadas de la aplicación de la Carta
Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA)
encabezados por su secretario general, Luis Almagro, así como la
cláusula democrática del Mercosur, se iniciaron denodados esfuerzos
por parte de los adalides derechistas para buscar un argumento que no
pareciera ideológico para no aceptar la Presidencia Pro Témpore
venezolana del Mercosur y dejar fuera al país del bloque
suramericano.
A normalizar, a normalizar...
Así llegamos al supuesto
incumplimiento por parte de Venezuela en el proceso de incorporación
a su acervo jurídico de una serie de normas aprobadas por el bloque
regional.
De manera irregular (ya que no hay
ninguna norma del Mercosur que los habilite) los países de esta
renovada Triple Alianza emplazaron a Venezuela a incorporar una
cierta cantidad de normas antes de un plazo también irregularmente
definido.
Todo esto a pesar de la existencia de
un organismo denominado Grupo de Trabajo para la incorporación de
Venezuela al Mercosur (GTVEN en la jerga mercosuriana) que realiza el
acompañamiento a este proceso y que ha ido funcionando con total
normalidad y sin observaciones.
La ministra del Poder Popular para
Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez Gómez, denunció
este miércoles en rueda de prensa que “comenzaron a confabularse
los países de la Triple Alianza, para impedir, no solamente que
Venezuela recibiera la Presidencia Pro Témpore, sino que articularon
un conjunto de entramados antijurídicos para agredir a nuestra
Nación”.
La canciller venezolana demostró que
la República Bolivariana de Venezuela –sobre un total de 1.563
normas- ha adoptado 1.479 normas, de la cuales siguen vigentes 1.148,
para un 95 % del total de normas del Mercosur.
Al mismo tiempo, la titular de
Relaciones Exteriores reveló que ningún país del bloque ha
incorporado la totalidad de las normas mercosurianas; detalló la
ministra que Argentina debe todavía la incoporación del 37% de las
normas; Brasil el 42,44%, Paraguay un 38,12% y a Uruguay le resta aún
42,44% de normas por internalizar.
Venezuela es, por tanto, el país
que más normas del Mercosur ha incorporado a su marco jurídico
interno.
Asimismo, indicó, que el promedio de
normas que Venezuela ha incluido anualmente es de 295,75; mientras
que Argentina incorporó 40,96 al año; Brasil, 44,72; Paraguay,
34,64; y Uruguay adoptó 36 normas por año (según datos de la
Secretaría del Mercosur disponibles en http://mercosur.int
para el período 1991-2015).
Para este proceso, los miembros
iniciales contaron con 25 años, mientras que a Venezuela le
correspondió hacerlo en el lapso récord de cuatro años.
En definitiva, Venezuela ha
incorporado casi siete veces más rápido las normas del bloque que
cualquiera de los otros socios.
Rodríguez reiteró que esta
confabulación de Argentina, Brasil y Paraguay con la derecha
nacional pretende reimponer los modelos de injusticia social que
imperaron en el continente durante la época en la que los gobiernos
neoliberales se enseñorearon en el continente.
“Esto es un nuevo Plan Cóndor
contra nuestras naciones, contra los países de izquierda y los
proyectos nacionalistas. En una década, en Venezuela hemos avanzado
en la incorporación de la ciudadanía en la dinámica social, que
había sido negada en los modelos neoliberales”, señaló la
ministra.
“Sus intenciones son implantar en
nuestra América un Tratado de Libre Comercio, instaurar el ALCA
nuevamente, eso no lo permitiremos porque Chávez, Kirchner y Lula
lucharon incansablemente para derrotar los modelos neoliberales en
nuestra región”, advirtió.
Venezuela como garante de la
legalidad
El pasado 29 de noviembre Venezuela
manifestó su disposición -posteriormente al análisis
correspondiente por parte de sus equipos técnicos- de implementar el
Acuerdo de Complementación Económica 18 (ACE 18) que regula las
relaciones comerciales internas en el bloque. Hasta ahora, Venezuela
había desarrollado con cada país por separado normas de máxima
liberalización comercial. Esta medida era también reclamada por los
miembros originales del Mercosur.
Así mismo, la ministra Rodríguez
informó que Venezuela ha aprobado y ratificado el Protocolo de
Montevideo (conocido como Ushuaia II) y que de hecho es el único
país del bloque que lo ha internalizado. Este protocolo, que es una
ampliación del Protocolo de Ushuaia, es más avanzado que éste, más
protector y garantista de los derechos humanos. A pesar de su
aprobación por parte de los presidentes del Mercosur hace ya más de
cinco años, los parlamentos de Argentina, Brasil y Uruguay no lo han
aprobado, mientras que Paraguay directamente lo rechazó.
Tanto en el tema de los derechos
humanos, como en la protección de la democracia y del cumplimiento
irrestricto de la legalidad interna del bloque, Venezuela ha estado a
la altura de las circunstacias.
Por esto, Venezuela activó el
Protocolo de Olivos para la Solución de Controversias, que es el
único mecanismo legítimo en el Mercosur para resolver un problema
de hostigamiento como el que están planteando los integrantes de la
Triple Alianza.
La respuesta la tienen los pueblos
Los pueblos del continente, sus
trabajadoras y trabajadores, sus organizaciones sociales y políticas
tienen claro cuáles son los motivos que están detrás de estos
intentos por dejar a Venezuela fuera del Mercosur: los TPP, TLC, TISA
y todo el resto de los T que se busque por allí y que tienen como
objetivo servir a las grandes multinacionales para seguir expoliando
a los hombres y mujeres de América Latina.
El Mercosur, en cambio, es visto como
un acuerdo que permitirá la unión de nuestras naciones y la
complementariedad de nuestras economías, así como está llamado a
ser la palanca que impulsará un desarrollo soberano en el continente
y que nos permitirá tener una posición fuerte y única en el
concierto de las naciones.
Amor con amor se paga
Finalizando la rueda de prensa
realizada este miércoles 7 de diciembre, la canciller venezolana
Delcy Rodríguez fue interrogada por una periodista sobre si
Venezuela seguía considerando a Uruguay un país aliado o si a raíz
de la controversia sobre Mercosur ahora era un enemigo.
“Jamás consideraremos a un Uruguay,
por Dios, un país enemigo. En las próximas horas habrá una
comunicación entre los presidentes Tabaré Vázquez y Nicolás
Maduro, que su contenido se hará público en su oportunidad y
nosotros ratificamos, como siempre, nuestro agradecimiento al pueblo
hermano del Uruguay que ha manifestado su solidaridad no solamente
con Venezuela, sino también la defensa del Mercosur”, contestó
enfáticamente Rodríguez.
Como decía el comandante Chávez:
“Amor con amor se paga”.
Es decir, que los qu pueden quedar por fuera son ellos tres por incumplimiento de las normas.....jajajaja!
ResponderEliminarSería bueno que aprovecharan la presencia de la canciller venezolana para preguntarle cuando nos van a pagar la pensión, la cual no es ninguna regalía, sino que por ley me la he ganado trabajando muchos años y aportando al Seguro Social.
ResponderEliminarYa no me queda nada para vender. No pagarnos es inhumano, además de ilegal.
Pongo mi queja por acá porque no puedo contactarme con el consulado y por supuesto que ellos no han tratado de comunicarse conmigo.
Le mandé un mensaje al embajador, pero por supuesto que tampoco me ha contestado y no creo que lo vaya a hacer.
La situación es desesperante. No pagan desde ENERO!!